La idea del Wellbeen@work es muy bonita en la teoría, pero están ocurriendo ciertas cosas últimamente que hacen dudar de que dicha campaña no sea sólo marketing y no algo sincero.
Veamos un par de ejemplos.
– En el primero de ellos varios compañeros han recibido un extenso correo advirtiendo de que no se había completado al 100% la imputación de los tiempos, hay casos de gente que a finales de septiembre reciben este “aviso” pero referido al mes de julio. En otros casos es que se fue de vacaciones y volvió después de la fecha de cierre del mes, con lo que no pudo cerrar el mes (y antes de irse la aplicación no le permitía cerrar el mes), En lugar de comprobar si la persona está de vacaciones cuando se cierra el mes se procede a dar una aviso a esa persona. Como poco es precipitado, antes de dar palos hay que comprobar las cosas. Además no todo el mundo tiene Internet en casa ni obligación de tenerlo.
– El segundo ejemplo está referido al tema de las tarjetas de acceso. En el curso de seguridad cuando se refiere a este punto nos indica que debe llevarse en sitio visible y sitios visibles son:
– Colgada del cuello (la favorita de la empresa)
– Prendida del cinturón
– Prendida del bolsillo de la camisa
– Enrollando la cinta a la muñeca permitiendo sea visible la tarjeta, etc, etc.
Nos parece que es un acoso absurdo la actitud de la empresa persiguiendo y castigando con anular el acceso a todo aquel que no la lleve colgando. El caso de las tarjetas no es un tema de vida o muerte, pero por eso mismo no entendemos esa actitud. Debe llevarse a la vista o simplemente con nosotros, por si nos la requieren para identificarnos (el DNI lo llevamos con nosotros y no nos hacen llevarlo colgado, aún). Obligarnos a llevarla como si fuese una marca de serie (por no decir otra cosa) es otra historia.
Con actitudes como estas dos citadas no van a contribuir a convertir Atos en un lugar mejor para trabajar, ya basta.
¿Wellbeen@work?, no sé, no sé.