Al albur de la crisis, que ya no es tal según el Gobierno, han aparecido en Atos unos elementos muy decorativos, que se pavonean por la oficina y se creen imprescindibles. Muchos de ellos, hace unos años, eran malos técnicos y se han reconvertido exitosamente en flamantes Jefes de Proyecto para administrar la miseria de la empresa, es decir, los despidos y demás tribulaciones de los buenos trabajadores de Atos.
Estos individuos no respetan ni a la madre que los parió. Avasallan y humillan al trabajador que depende de ellos, se mofan del trabajo hecho por los demás, pero lo aprovechan para seguir trepando. Tienen carreras fulgurantes, aunque ningún compañero les ha visto hacer nada relevante, salvo alegrar los oídos a sus jefes. Son los típicos pelotilleros de siempre.
No nos importaría mucho si sólo utilizaran sus “encantos” para lograr sus fines. Pero en la actual coyuntura económica esto no suele ser suficiente para lograr sus objetivos, es por ello que utilizan un sinfín de malas artes que suelen provocar múltiples daños colaterales y terminan por sembrar de “cadáveres” su camino hacia la gloria.
En los tiempos que corren no es fácil mantener el negocio en nuestros clientes, y dejar la gestión de los mismos en manos de quienes sólo saben regalar los oídos de unos y putear a otros es de una irresponsabilidad mayúscula, imputable únicamente a la dirección de Atos, pues son ellos quienes propician y consienten estas prácticas, y cuyas consecuencias finales, y más dolorosas, son los despidos de excelentes trabajadores, cuyo único error ha sido estar en el momento más inoportuno en lugar equivocado.
Pero no debemos adoptar una postura conformista ante estas situaciones, si lo hacemos seremos, en parte, participes de estos desaguisados. Debemos luchar contra estos individuos y contra las situaciones que los propician, con todas la armas que tengamos a nuestra disposición. Prácticas como el rigor de la documentación sobre el trabajo hecho por cada uno, la comunicación hacia arriba de las situaciones incomprensibles, saltándose el escalón podrido, deberían surtir algún efecto.
De cualquier forma desde UGT os invitamos a que nos relatéis vuestras experiencias con estos personajes. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para combatirlos. Aunque sabemos que es complicado, dado que los de arriba no suelen escuchar a los de abajo hasta que el clamor no les deja oír a los que tienen al lado, o hasta que ven peligrar su status.
Pues con la unión de los trabjadores es muy fácil, nos ponemos deacuerdo y expresamos nuestra exigencia de que no queremos trabajar con semejante pavo.
Este tipo de «pavos reales» los tiene todas las multinacionales…porque a alguien que es nefasto en su gestión, se le va promocionando, pensando que en el nuevo puesto sí será util…y cuando se dan cuenta, ya está bajo el gerente de la empresa…sueldo alto, demasiado caro para poderlo echar…y a los de abajo…así nos va…
Al albur de la crisis, que ya no es tal según el Gobierno, han aparecido en Atos unos elementos muy decorativos, que se pavonean por la oficina y se creen imprescindibles. Muchos de ellos, hace unos años, eran malos técnicos y se han reconvertido exitosamente en flamantes Representates Sindicales para administrar la miseria de la empresa, es decir, los despidos y demás tribulaciones de los buenos trabajadores de Atos……
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Hombre…. ya ha aparecido el primer PAVO ….