Hemos firmado el Acuerdo Final sobre la Modificación Sustancial de Condiciones de Trabajo (MSCT) muy a nuestro pesar. No ha sido plato de gusto, sino de amargura. Los representantes de esta sección sindical hemos analizado los pros y los contras y hemos llegado a la conclusión de que era mejor llegar a un acuerdo sobre el que tendremos algún control que dejar las manos libres a la empresa, ya que la legislación actual, tras la Reforma Laboral, es así de generosa con ella.
No podemos estar orgullosos de un acuerdo de estas características, pero creíamos que era el sentir mayoritario como se ha confirmado en el referéndum celebrado a pesar de que sólo hubo campaña a favor del NO a cargo del sindicato no firmante. Los sindicatos firmantes tuvimos la sensatez de no hacer campaña porque, como dijimos en la asamblea, no queríamos influir con nuestros prejuicios en la decisión personal de cada trabajador.
Vemos con tristeza que nuestros compañeros no firmantes no pierden ocasión de desprestigiarnos. Les estamos muy agradecidos por todas las aclaraciones que están enviando a los trabajadores, nos encanta que, a pesar de no haberlo firmado quieran ser los paladines defensores del mismo. Les pedimos que lo sigan haciendo, pero sin faltar a la buena educación y sin acritud. No nos preocupa que sólo hablen de la mitad que les interesa, ya hablaremos nosotros de la otra mitad.
El acuerdo se ha negociado de buena fe gracias a los sindicatos firmantes, el sindicato no firmante no negoció de buena fe porque antes de escuchar las propuestas ya sabían que no iban a firmar nada, pero haciendo el paripé presentaron unas propuestas imposibles de aceptar por la empresa. Está claro que si hubiéramos seguido su propuesta, la empresa habría impuesto su criterio inicial y no hubiera prosperado ninguna demanda porque la empresa habría tenido muy fácil acreditar la falta de buena fe, por parte de la RLT, en las negociaciones.
Si hacemos caso a las últimas comunicaciones del sindicato no firmante, tendrían muy fácil una demanda colectiva por “fraude, dolo, coacción o abuso de derecho”, como indica el artículo 41 del E.T., pero mucho nos tememos que todo quedará en palabras y mucho ruido contra los sindicatos firmantes. La historia de siempre. Hace unos quince días uno de los representantes del sindicato no firmante nos preguntó si íbamos a firmar el Preacuerdo, le contestamos que aún no sabíamos pero que teníamos claro que si no firmábamos, nos brearían los trabajadores, y si firmábamos nos brearían ellos. Por tanto, no nos quejamos de lo que nos pasa ni le echamos la culpa a nadie.
En cuanto a las dudas que nos planteen los trabajadores, diferencias en la interpretación de algunos puntos, problemas en la aplicación del acuerdo, etc., nosotros trataremos de solucionarlas en la Comisión de Seguimiento primero y en donde corresponda, si no nos satisface la solución de ésta. Así pues, pedimos a los trabajadores que nos comuniquen cualquier pregunta o sugerencia que tengan porque el próximo lunes se celebrará la primera reunión de la Comisión de Seguimiento.
QUE PASA CON LAS CESTAS ESTE AÑO?